1.19.2008

me queda la palabra...

Tanto se ha hablado y tanto se hablará. Las instituciones neuropsiquiatricas exigen una fundamentacion del arte en su lenguaje tecnico. La psicologia y la psiquiatria, desde el paradigma positivista, hacen lo que el positivismo cientifico de principios del veinte hizo con las ciencias humanas. Por suerte los tiempos corren- es lo que dijeron las parcas a sus husos- y en esa carrera se ha visto una brecha en el discurso psicológico que pretende dejar a entrar al arte como herramienta para sacar algo en claro, no como terapia, sino como camino efectivo en la reinsercion social de pacientes que pasaron mucho tiempo internados.
El tema es lo institucional. Un relato de kafka elevado a la enesima potencia, planillas y formularios que monos con saco guardaran en oscuros cajones. Soy conciente totalmente de la controversia que puede causar en la comunidad cientifica que el arte, a traves de un grupo de artistas, quiera apropiarse de "sus" objetos de estudio con un fin totalmente distinto y que trae resultados a mi entender mas efectivos que cualquier terapia psicoanalitica. LA diferencia principal radica en que el artista conoce la locura mejor que cualquiera, es amigo de la locura de la creacion y en esa creacion se reconoce a si mismo y reconoce al mundo que lo circunda. A traves de este conocimiento , fundado en una practica tecnica especifica, el artista es capaz de crear algo tangible en un doble sentido, un objeto fisico ya sea una hoja de papel o un cuadro o la encarnacion de un personje o la creacion de un tiera y un objeto no fisico pero real y util, la externacion de la propia conciencia, del propio conocimiento puesto en comunicacion, esto es, un lazo real que une a uno con otro. EL artista que desempeña la funcion de profesor de arte desde el punto de vista que creo mas conveniente lo debe hacer no con la idea de transimitir tan solo una tecnica y una forma de tratar el lenguaje artistico sino reestablecer el nexo de confianza que debe generarse en la comunicacion mas minima.
Creo que el encierro y los medicamentos anulan con su logica la capacidad de sociabilizarse de las personas internadas, los recluye a una repeticion constante de formas que desequilibran al paciente emocionalmente mas que curarlo y no son una salida de esa etiqueta de "loco" que la sociedad de control le impone a los que margina.

De todas maneras, estos mis apuntes no pretender ser taxativos porque quien los escribe lo hace tambien desde sus dudas, desde su enojo con el mundo y su locura. hay mil interrogantes que el experiencia sabra o no responder mejor qe cualquier red de conceptos o aparato teorico.

1 comentario:

Carmela dijo...

De acuerdo, pero los psicofarmacos en su justa dosis aminoran el padecimiento del "loco", sufrimiento que se les vuelve insoportable, y los bloquea aun para la expresión de su arte o del lazo social.

Disiento: el psicoanálisis puede ser un acto de arte, arte entre dos y a veces entre más. Tiene su proceso creativo, sus momentos inspirados, su concatenación de representaciones. Si está bien aplicado el dispositivo y a cargo de un psic. idóneo, claro. Saludos desde la calle.